
Westminster se levanta impertérrito y ajeno al devenir de los turistas . El atardecer acaricia la mirada londinense y elegante…las nubes rojizas acentúan el paisaje que no me canso de contemplar. Tan sólo hoy y ya….mañana más.
Los carruajes sherlockianos atravesando el puente de Londres se adivinan en el pasado y mis pupilas recrean tantos decorados de historias, de vidas anónimas o rutilantes…el presente devora esos recuerdos y sonrío complaciente…
Londres se apodera magnánima y bella como ninguna…sus paisajes me acompañan cada día de mi vida y los recuerdos recuerdos son. El viejo imperio deambula entre adoquines de estelas y descapotables…The Beatles o Harry Potter pasean por algún parque ajenos a la multitud…tan sólo cierran los ojos e imaginan…los paisajes siempre están en el recuerdo.