
Hojas de otoño que se esparcen al pasar, estremecido el viento de flores marchitas, el ocre resplandece en lo alto del campanar, colores tenues bajo la mirada que mueren...Las hojas de otoño llueven como escarcha, la luna pronto aparece y nada teme…hojas secas que resquebrajo al caminar y en tu mirada el otoño se muere. BEATRÍZ.

Quizás sólo necesites tu imaginación…tus sueños, tus deseos…cambiar de mirada tan sólo durante un tiempo.
Si lo deseo con todas mis fuerzas quizás pueda cambiar ese horizonte lleno de neblina y contemplarlo todo con pupilas de niño maravillado. Puede que pueda…tan sólo necesite el quiero y todo sea magia.
¿ Y si el otoño fuera de colores? ¿ Y si el otoño sólo fuera un estado del corazón?
Puede que la primavera sea lúgubre o el verano un barco a la deriva…puede que el invierno sea radiante como el sol y aparezca un otoño de brisas multicolores, las nubes se oscurecen y se disipan con gran disimulo…no tengo poder sobre ellas, son inmensas y bellas.
Es todo tan sin sentido que todo cobra sentido, porque mirando el mar o el crepúsculo al atardecer todos los colores nacen de nuevo, y si fuera otoño quizás sería maravilloso pero si es primavera las flores me guirarán por el camino hacia un nuevo horizonte de aires que cambien.
En el país de la imaginación todo es posible…incluso que en otoño broten hojas tornasoladas y de vivos escarlatas, y sintamos más que nunca que la vida puede ser tan jubilosa como en nuestra mirada se vislumbren las esperanzas y sueños por cumplir.
¿Y si el otoño fuera de colores?…Imaginemos y soñemos, ese otoño de vida y vida…otro motivo para sentirnos vivos, otro motivo para gritar que nunca nada es suficiente, que siempre puede ser otoño para volver a empezar.
BEATRÍZ.
